MI BRIC A BRAC: SAN PABLO DE TARSUS

sábado, 1 de agosto de 2009

SAN PABLO DE TARSUS - TURQUIA

San Pablo nació en Tarsus durante el reinado del Emperador Augusto (5-10 D.C.) en la región de Cilicia cuya capital era Tarsus. Pablo era un ciudadano romano de nacimiento, probablemente que uno de sus familiares adquirió este derecho, su ciudadanía le permitía tener un nombre judío, Saúl, y uno romano, Pablo. Los judíos de Tarsus se instalaron en la ciudad entre 223-187 A.C. durante el reinado de Antiocos III, periodo Selyúcida.

En la época de Pablo, Tarsus era famosa por su industria textil. Fabricaban tejidos gordos creados con fibras procedentes de las cabras que pastaban en las montañas Taurus y es aquí donde aprendió a tejer. La populación de Tarsus era muy cosmopolita; fenicios, persas, griegos, judíos y muchas otras procedencias.

Descendiente de una familia judía muy devota, cumplía con todos los deberes que le imponía su religión y fue enviado por esta a Jerusalén para recibir una educación religiosa. Saul, que se hizo miembro de una orden Farisea que obedecía las leyes del Antiguo Testamento hasta el más mínimo detalle, aumentó aún más sus conocimientos religiosos.

El cristianismo comenzaba a propagarse después de la crucifixión de Jesús en Jerusalén y sus seguidores eran continuamente acosados. San Esteban fue lapidado por creer en Jesús Cristo y despojado de sus ropas que depositaron a los pies de Pablo. Pablo consintió la muerte de Esteban. Después de este incidente, Pablo anduvo casa por casa cristiana oprimiéndolos, fue al Alto Sacerdote y pidió que enviaran una carta a todas las sinagogas de Damasco. Saúl pretendía arrestar a quien creyera en Jesús y enviarlo a Jerusalén.

Cuando estaba cerca de Damasco, una luz del cielo le rodeó, cayó al suelo y oyó una voz que le dijo: “Saul, Saul, ¿porqué me persigues?”, a lo que respondió: “¿Quién eres Señor?”, la voz explicó: “Soy Jesús, al que persigues; levántate y ves a la ciudad donde te dirán lo que debes hacer” (Hechos de los Apóstoles 9: 3 – 7). Saul se levantó pero no veía. Sus acompañantes le ayudaron a ir a Damasco. La ceguera le duró 3 días durante los cuales ni comió, ni bebió. Un cristiano llamado Anani’as le devolvió la vista con un milagro después de lo cual decidió convertirse a la religión cristiana siendo bautizado.

Acto seguido dedicó su vida a predicar la fe cristiana e hizo tres viajes de evangelización por un periodo de 10 años. En uno de sus viajes fue arrestado y se presento como un comandante romano; “Soy judío, de Tarsus en Cilicia, habitante de una ciudad importante” (Hechos de los Apóstoles 21: 39). Durante sus viajes sobrevivió muchos incidentes, anduvo por Anatolia, Grecia y Roma divulgando la fe cristiana.

Durante el reinado del Emperador Nero fue arrestado y decapitado. Sus restos mortales reposan dentro de la iglesia de San Pablo en Roma.

Ref.: Museo de Tarsus/Adana
Iglesia/Museo de San Pablo-Tarsus/Adana
Pozo de San Pablo - Tarsus/Adana
Iglesia Bebekli en honor a San Pablo/Adana