Cuando un marsupial como el canguro rojo, pierde una cría recién nacida, no necesita volver a aparearse para iniciar otra preñez. Aunque la madre lleva en la bolsa solo un feto a la vez, puede tener un segundo ovulo fecundado, que no se desarrolla mas allá de las etapas iniciales. El lactante estimula hormonas que reprimen el crecimiento del segundo feto. Si el primero muere, los mensajes hormonales se detienen y continúa el desarrollo normal del embrión “de repuesto”, que reemplaza a su hermano/a en la bolsa. Lo mismo puede ocurrir cuando el primero ha crecido y abandona la bolsa.
viernes, 1 de agosto de 2008
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