MI BRIC A BRAC: ESTAMBUL (4)

Los comienzos del cristianismo en Constantinopla fueron mediocres en comparación con las tradiciones de otras ciudades antiguas en las que Cristo y los apóstoles habían vivido y muerto. Las cuatro o cinco iglesias que se pueden atribuir a Constantino no marcaron la ciudad como una capital abrumadoramente cristiana.

Constantinopla tardó casi dos siglos en convertirse en un centro religioso a través de la construcción de nuevas iglesias, particularmente Santa Sophia, la supresión del paganismo, la acumulación de reliquias sagradas y para que su clero protagonizara un papel influyente en las controversias religiosas. El concilio ecuménico de la Iglesia que se celebró en Calcedonia (Kadikoy, lado asiático de Estambul) en el año 451 fue el comienzo de una rivalidad irreconciliable entre las iglesias de Oriente y Occidente. A partir del siglo XI sus disputas de intereses dieron lugar a la separación entre el Oriente Ortodoxo y el Occidente Católico.

Del siglo quinto al séptimo y luego a partir del noveno, las iglesias y monasterios proliferaron por toda la ciudad y sus suburbios. La obra maestra fue “la Gran Iglesia de la Santa Sabiduría” de Justiniano, célebremente conocida como “Santa Sofía”. Santa Sofía fue la catedral del patriarca, la responsabilidad del emperador y la iglesia donde este rezaba los días festivos importantes. Santa Sofía era una declaración tanto del poder Imperial como del religioso.

Constantinopla fue concebida como el escaparate y el depósito del poder imperial. En el siglo XII los visitantes eran recibidos, tanto en el Palacio de Blanquerna como en el Gran Palacio, donde se les mostraba antiguos tesoros imperiales. A continuación se les llevaba a los juegos en el Hipódromo y finalmente, se les hacia hacer una gira de las columnas triunfales, que se asemejaban a las de Roma. A los visitantes cristianos también se les llevaba a ver Santa Sophia y se les mostraba las reliquias sagradas salvaguardadas en las capillas del Gran Palacio.

Constantinopla exhibía gran variedad de objetos de los muchos pueblos y extensos territorios que material o simbólicamente rendían homenaje a la capital imperial. Entre ellos, famosas obras de arte clásico e imágenes de culto que Constantino hizo importar de todas partes del mundo griego: Quíos, Rodas, Delfos, Nicomedia y Roma para adornar su Foro, el Hipódromo y los *Baños de Zeuxippos. Algunos de estos objetos permanecieron en la megalópolis durante siglos hasta la llegada de los conquistadores Latinos en 1204 que pillaron y saquearon la ciudad. Derritieron algunas de las estatuas de metal para la creación de moneda y otras las embarcaron como botín de guerra. También se apoderaron de la excepcional colección de las Sagradas Reliquias que varios emperadores habían traído de otros lugares, sobre todo el Este. Entre ellas había reliquias relacionadas con Cristo, como la Cruz y otros objetos relacionados con la Pasión, el cinturón y el velo de la Virgen María.

Luis IX construyó la Sainte Chapelle (1242-48) para salvaguardar las reliquias procedentes de Constantinopla: la Corona de Espinas, un fragmento de la verdadera cruz, la lanza y la esponja de la Pasión, un *Mandylion/Lienzo de Edesa y reliquias de la Virgen, que adquirió después de la cuarta cruzada. En cuanto a los mármoles de colores que adornaban los interiores de palacios e iglesias, los Bizantinos los reciclaron para crear un efecto imperial romano, los Venecianos los embarcaron para dar a las fachadas y alrededores de San Marcos un encanto imperial y los Otomanos, con gran parte de lo que quedaba, construyeron su palacio y grandes mezquitas.

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viernes, 27 de agosto de 2010

ESTAMBUL (4)

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